El mareo sin síncope ni vértigo casi nunca reviste severidad pero dar con su causa es realmente difícil. La experiencia médica revela que el afectado por estos mareos refiere normalmente tener la cabeza "como hueca", la vista nublada y padecer la sensación de que va a caerse o perder el conocimiento, a pesar de que nunca llegue a producirse esta última circunstancia. Las exploraciones que se realizan al paciente deparan datos normales y los síntomas se achacan a la tensión baja, anemia, hipoglucemia o tensión arterial elevada pero rara vez están relacionados con estos problemas.
La sensación de mareo sin síncope ni vértigo es frecuente en personas ansiosas, estresadas o con cuadros depresivos leves o subclínicos (que apenas se manifiestan) y puede reflejar un trastorno de somatización (una expresión física) de problemas psicológicos. Otras veces puede darse en personas que sufren migraña, agotamiento, estrés laboral, insomnio¿ o (muy común), problemas con la vista. La hiperventilación, que padecen quienes respiran con una frecuencia respiratoria excesiva y movilizan más aire del habitual en sus respiraciones, es asimismo causa frecuente de esta sensación de mareo. Lo normal es respirar unas 15 veces por minuto y la cantidad de aire que se mueve en cada respiración es de unos 0,5 litros.
El ser humano se relaciona con su entorno a través de los sentidos, y el equilibrio es la resultante del correcto funcionamiento de los circuitos biocibernéticos cerebrales que reciben información de los órganos de los sentidos como la vista, el oído, la nariz y de toda una red de receptores situados por todo el cuerpo. Una persona con mareos persistentes debe ser cuidadosamente estudiada por el médico hasta aclarar la causa de esos mareos.
- En los mareos con síncope o desvanecimiento, la causa más frecuente (excluidos los casos de tipo reflejo por emociones fuertes, tos, dolor, etc) es la cardiovascular, lo que obliga a una revisión cardiológica.
- Cuando se produce crisis de vértigo, la exploración neurológica y otorrinolaringológica es obligada. Por lo general, la patología del laberinto (órgano del equilibrio situado en el oído medio) es benigna, aunque desagradable.
- Si el mareo no se acompaña de vértigo ni de síncope y no hay otra enfermedad acompañante, la causa psicológica debe ser tenida en cuenta.
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